Victoria histórica del Barça en Lisboa

Ayer, 5 de marzo de 2025, el FC Barcelona logró una heroica victoria por 0-1 ante el Benfica en el Estadio Da Luz, en el partido de ida de los octavos de final de la Champions League. 

El Barcelona logró un hito histórico en la Champions League: convertirse en el primer equipo en la historia moderna de la competición (desde la reestructuración de 1992) en ganar un partido de eliminatorias fuera de casa jugando con inferioridad numérica durante más de 70 minutos. La expulsión de Pau Cubarsí en el minuto 22 dejó al Barça con diez jugadores durante la mayor parte del encuentro, pero el equipo supo resistir el asedio del Benfica y aprovechar su oportunidad con el gol de Raphinha en el minuto 60.

Este hecho es especialmente significativo si consideramos el contexto de la Champions League, donde los partidos a domicilio en rondas eliminatorias suelen ser extremadamente complicados, más aún en inferioridad numérica. Históricamente, otros equipos han ganado con un hombre menos en fases de grupos o en duelos con menos tiempo en desventaja, pero la gesta del Barcelona en Lisboa destaca por la duración de la adversidad (68 minutos) y el escenario: un partido de ida de octavos de final fuera de casa frente a un rival sólido como el Benfica. Este triunfo no solo refuerza la moral del equipo de Hansi Flick, sino que también inscribe su nombre en los anales de la competición como un ejemplo de resiliencia y capacidad táctica.

El Barça alineó un once de gala: Szczesny en la portería; una defensa formada por Jules Koundé, Pau Cubarsí, Iñigo Martínez y Alejandro Balde; un centro del campo con Frenkie de Jong, Pedri y Dani Olmo; y en ataque, Lamine Yamal, Raphinha y Robert Lewandowski. Por su parte, el Benfica, dirigido por Bruno Lage, salió con Trubin bajo palos; una línea defensiva con Tomás Araújo, António Silva, Nicolás Otamendi y Álvaro Carreras; un mediocampo con Fredrik Aursnes, Barreiro y Orkun Kökçü; y arriba, Kerem Aktürkoğlu, Vangelis Pavlidis y Schjelderup. Ambos equipos mostraron desde el inicio su intención de imponer su estilo, pero el partido dio un giro inesperado muy pronto.

Apenas habían transcurrido 22 minutos cuando Cubarsí vio la tarjeta roja directa por una falta sobre Pavlidis en la frontal del área, dejando al Barça con diez jugadores. Flick reaccionó sacrificando a Dani Olmo para dar entrada a Ronald Araújo, recomponiendo la defensa en un 4-4-1. Desde ese momento, el Benfica tomó el control del balón, pero se topó con un Szczesny en estado de gracia. El portero polaco, quien había sido criticado en su última visita a Da Luz, se redimió con varias intervenciones clave. En los primeros compases, ya a los 30 segundos, evitó un gol de Aktürkoğlu, y más tarde realizó paradas decisivas ante remates de Pavlidis y Renato Sanches, manteniendo viva a su equipo.

El Barça, pese a la inferioridad numérica, no renunció al ataque. Antes del descanso, Raphinha tuvo una gran ocasión tras un pase magistral de Pedri, pero optó por asistir en lugar de definir frente a Trubin, y la defensa portuguesa despejó el peligro. En la segunda mitad, el Benfica intensificó su presión, pero el Barcelona encontró el momento justo para golpear. En el minuto 60, Raphinha robó un balón en el mediocampo, avanzó y soltó un disparo desde fuera del área que, tras un leve desvío en Otamendi, se coló en la red. Este golazo, el único del partido, silenció Da Luz y dio al Barça una ventaja de oro.

A partir de ahí, el Benfica se volcó al ataque, pero la solidez defensiva culé, liderada por Araújo e Iñigo Martínez, y las paradas de Szczesny frustraron sus intentos. Un posible penalti sobre Belotti en el tramo final fue anulado por fuera de juego tras revisión del VAR, sellando el 0-1. Pedri, omnipresente en la medular, tejió el juego con maestría y se erigió como el cerebro del equipo, ganándose el reconocimiento como MVP.

Tras el pitido final, las declaraciones de los protagonistas reflejaron el orgullo por la hazaña. Pedri destacó la capacidad del equipo para adaptarse: "Con la expulsión hemos sabido defender y aprovechar nuestras ocasiones. Szczesny nos ha salvado muchas, es muy grande". Raphinha, autor del gol, celebró su aportación: "Sabíamos que tendríamos una o dos chances, y había que marcar. Estoy feliz de ayudar al equipo". Szczesny, por su parte, bromeó sobre el MVP: "Pedri se llevó el trofeo, pero creo que me puedo quedar con la mitad. Mi mejor partido con el Barça está por venir". Finalmente, Hansi Flick elogió el esfuerzo colectivo: "Estoy muy orgulloso. Con uno menos desde el minuto 22, hemos corrido mucho y defendido como unidad. Pedri está a un nivel brutal".

Esta victoria épica, sustentada en el sacrificio colectivo, las manos de Szczesny y el talento de Raphinha y Pedri, posiciona al Barcelona favorablemente para la vuelta el 11 de marzo. El equipo demostró carácter y oficio, cualidades que serán clave para avanzar a cuartos de final en una eliminatoria que promete emociones fuertes.